Con el paso de los años, los neumáticos empiezan a agrietarse por los laterales. Esto sucede porque la luz ultravioleta oxida la goma y hace que los neumáticos se sequen. Aunque los neumáticos contienen sustancias químicas antioxidantes para frenar este proceso, estas sustancias sólo tienen efecto cuando los neumáticos están en movimiento. Si no se utiliza el coche durante un determinado tiempo, o los neumáticos están almacenados, se deteriorarán más rápidamente que si se utilizan con frecuencia.