Una importante dinámica del neumático es la fuerza lateral en las curvas. Como su propio nombre indica es la fuerza lateral que generan los neumáticos cada vez que giran. Esta fuerza es equivalente a la fuerza centrífuga que, sin oposición, sacaría el vehículo de su trayectoria. La fuerza lateral en las curvas contrarresta la fuerza centrífuga, proporcionando a los neumáticos la facultad de adherirse a la carretera al girar.
Quizás te hayas dado cuenta de que los neumáticos cambian de forma al tomar una curva. Esta distorsión de los bloques del dibujo se produce cuando el ángulo de giro genera la cantidad adecuada de fuerza lateral delantera y trasera. La fuerza lateral hacia la izquierda genera un deslizamiento del neumático a la derecha.
Necesitas unos neumáticos que puedan soportar la fuerza de tu forma de conducir y velocidad. Por ejemplo, si te gusta llevar tu coche hasta el límite, te recomendamos unos neumáticos de gama alta, ya que son más resistentes al desgaste y son capaces de tomar las curvas a velocidades más altas. Cada neumático tiene un índice de velocidad, que indica la velocidad máxima para la que ha sido diseñado.
Los neumáticos con un diseño de perfil bajo y un compuesto adherente proporcionan la mejor fuerza lateral en las curvas. Los conductores los describen a menudo como "receptivos", lo que los convierte en ideales para vehículos de alto rendimiento como coches deportivos y sedanes. El dibujo de estos neumáticos se adhiere firmemente a la carretera, especialmente al girar en curvas a gran velocidad.
Cuanto más rápido tomes una curva, mayor presión pondrás en los neumáticos. Si ejerces demasiada presión, patinarás y perderás el control. Además de bajar la velocidad, tienes que tomar las curvas de la forma más suave posible. Una forma de hacerlo es "enderezar" la curva ligeramente utilizando todo el ancho del carril para recorrer el arco más amplio posible. Sin embargo, es importante que no cruces la línea central a menos que sea legal hacerlo y tengas una visibilidad completa para ver lo que viene por el otro carril.
A medida que vayas acercándote a la curva, mira por el espejo retrovisor y disminuye la aceleración hasta una velocidad segura. Mientras los neumáticos estén aún rectos, cambia a una marcha inferior. Esto te da la posibilidad de acelerar al salir de la curva.
Toma suavemente la curva y pisa ligeramente el acelerador cuando hayas pasado el ápice de la curva. En lo posible, evita frenar en una curva. Los neumáticos ya están haciendo frente a numerosas fuerzas en las curvas y frenar puede alterar el equilibrio haciendo que el vehículo derrape.